A
través del cada vez más decadente Facebook insistimos en crear y recrear nuestra
propia galería de acontecimientos en línea: subimos el registro de los eventos
sociales y laborales, las postales de nuestras visitas turísticas a lugares exóticos,
compartimos sin escrúpulos los pequeños triunfos o las grandes desgracias, comentamos
noticias como si fuéramos expertos y divulgamos propaganda como activistas de
escritorio.
TOMAS SAUVIN, ed. Silvermine. Archive of Modern Conflict, Londres, 2013. |
Mayoritariamente
estos álbumes contemporáneos repletos
de imágenes, junto a otros soportes y plataformas virtuales que de la misma
manera favorecen lo visual por encima de la lectura de textos, le deben su
intencionalidad y formato a los antiguos scrapbooks
y photo albums, libros impresos o
armados con fotografías, souvenirs y
demás recuerdos que solían afirmar ante el observador casual un “yo estuve ahí”
o bien, un “éste soy yo”. Fenómeno de visualización que en las últimas décadas
se ha revalorizado en el arte contemporáneo a través de artistas y curadores
que a su vez ejercen de coleccionistas, historiadores o incluso de acumuladores
de la imagen.
The Living China. A Pictorical Record. Shanghái, Liang You Publishing,1930 |
En
esta misma línea reflexiva, se presenta en el Ullens
Center for Contemporary Art (UCCA) ubicado en el Distrito de Arte 798 de
Beijing, la exposición temporal titulada The Chinese Photobook. Realizada bajo la estupenda curaduría del
fotógrafo británico Martin Parr y el equipo conformado por WassinkLundgren, la
exposición está conformada por modernos y antiguos álbumes de fotografía
realizados tanto en China como en el extranjero. Aunque las fechas y formatos
difieren grandemente, todos comparten la misma preocupación por el registro y el
sentido de la evidencia; además que en su conjunto, ofrecen al visitante un elocuente
recorrido por las contradicciones en la historia de la China moderna. Dividida
en seis secciones que van desde los primeros libros publicados hacia 1900 hasta
los realizados por los autores contemporáneos, la exposición se nutre de publicaciones
originales, impresiones ampliadas, videos y una biblioteca interactiva.
Adentro de la galería, The Chinese Photobook |
Como
creador, Martin Parr ya era bien conocido
por tomar elementos de la instantánea, el fotoperiodismo y la estética de la
fotografía de aficionado. Sus virtudes
en la observación de lo trivial podrán parecer irónicas para algunos, pero
siempre me han parecido empáticas. The
Chinese Photobook se beneficia de
esta mirada aguda, crítica, pero a la vez, compasiva del “otro” que no acaba
siendo sino una versión ligeramente distorsionada de uno mismo.
El público observa la pieza realizada a partir del libro: SONG TIANBIN, ed. Catalogue of Tongue Coating Diagnoses in Chinese Medicine. People´s Medical Publishing House. Beijing, 1984 |
Acerca
de la sede, el Ullens Center for Contemporary Art se autodefine como “un catalizador
de la cultura contemporánea en China”, es un centro artístico independiente, no
lucrativo, que –cito su folleto- “da servicio a las audiencias globales de
Beijing”. Fundado por los coleccionistas belgas Myriam y Guy Ullens, abrió sus
puertas en noviembre del 2007. Si sólo tuvieran un día para visitar Beijing por
sólo un día olvídense de la Ciudad Perdida y sus aglomeraciones; mejor recorran
las galerías del Distrito de Arte 798, antigua zona industrial que hoy en día es
una experiencia cultural que nadie debería perderse.
Entrada al Ullens Center for Contemporary Art, Beijing |
The Chinese Photobook es una exposición colectiva y temporal además
de itinerante: su primera sede fue la Aperture Gallery de Nueva York y posteriormente
viajará a la Photographers’ Gallery de
Londres. Esperen el catálogo editado
por Aperture para el mes de junio.
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