martes, 14 de julio de 2009

LA FAMA VERSALLESCA DE JEFF KOONS Y MICHAEL JACKSON

Cuando el artista norteamericano Jeff Koons realizó en 1988 la perturbadora, pero atrayente escultura tamaño natural de Michael Jackson y su célebre chimpancé Bubbles, posiblemente no se imaginaba que tres años después ésta llegaría a venderse por 5.3 millones de dólares y que el Museo de Arte Moderno de San Francisco California (SFMOMA) los pagaría. Supongo que en ese entonces tampoco sospechaba que a la repentina muerte del Rey del Pop, esta bizarra escultura en porcelana blanca, dorada y policromada, se convertiría en un mórbido homenaje al cantante, un recordatorio insólitamente considerado de su deceso.
Jeff Koons también es autor de la célebre escultura Hanging heart, la cual superó con creces el precio de venta del Michael, tanto así que actualmente ostenta el récord de haber sido la más cara jamás vendida de su autoría, alcanzando un precio de 23 millones de dólares. Predeciblemente, ambas, Hanging heart y Michael and Bubbles, formaron parte de la selección de obra realizada con motivo de su más reciente exposición retrospectiva, la cual tuvo como sede el Palacio de Versalles. Que la nívea efigie en porcelana se mostrara en este antiguo escenario de la nobleza francesa fue una inesperada pero sugestiva coincidencia que otorgaría una nueva dimensión al término versallesco aplicado a las bellas –y a las no tan bellas- artes.
Pero la toma de Versalles por la chusma popular no era sino una lógica consecuencia de la controversial pero exitosa carrera de Jeff Koons, quien desde hace un buen tiempo había manejado su propia celebridad como todo una rockstar. Una celebridad no carente de altibajos publicitarios y acérrimas críticas a su trabajo por supuesto. Finalmente, sus contradicciones como figura pública no habían estado muy lejos de la extravagancia mostrada por el mismísimo Rey del Pop.
Volviendo a la escultura en cuestión, las tres piezas que forman parte de la edición limitada de Michael and Bubbles se encuentran en los Estados Unidos: una de ellas en colección privada -¿será la del propio Jackson?-, y las otras dos en acervos públicos, siendo éstos el del SFMOMA que ya mencionamos anteriormente, y el LACMA (Los Angeles County Museum). ¿El que ambos museos se encuentren en California, estado donde vivió y murió el cantante pop, podría ser sintomático? ¿Premonitorio, tal vez?
Pero el origen y destino de Michael and Bubbles van todavía más allá. La escultura forma parte de una serie a la que Jeff Koons nombró como Banality, en alusión a las cosas sin importancia que amenizan nuestra vida diaria, los intrascendentes hechos de lo cotidiano y la efímera condición de lo popular. Entre las esculturas de Banality encontramos incómodas cerámicas de ancianitos, imágenes de animales, niños y ositos de peluche, un busto de san Juan el Bautista al mejor estilo del pasaje Catedral y una Pantera Rosa erotizada, entre otros motivos. El dominador común de todas ellas podría ser que la vulgaridad y el mal gusto intrínsecos han sido llevados a una categoría diferente, convirtiéndose en perversos objetos de deseo, presencias atractivas y repelentes a la vez.
En el caso de Michael Jackson and Bubbles este efecto se ve exacerbado por su absurdo hiperrealismo. La postura relajada del cantante, infantilmente sentado sobre una cama de flores, su rostro sonriente pero al mismo tiempo vacío, su mascota en extremo humanizada, la vestimenta dorada de ambos y la blancura propia del material ironizan la lastimera condición del cantante a la vez que hacen clara referencia al mundo decadente, autocomplaciente y extravagante que lo rodeaba.
Esta escultura representa con gran eficacia la estética de lo horrible y el derecho irrefutable al kitsch. Al mismo tiempo ilustra elocuentemente el culto a la personalidad tanto del retratado como al artista que lo retrata. En una sola obra vemos la síntesis de dos enormes estrellas norteamericanas del pop, en la música y en las artes plásticas, quienes con sus productos y su poder de mercadeo, han conquistado al mundo. Los dos son agridulces protagonistas del canibalismo más violento en esta sociedad de consumo.

IMAGEN:
JEFF KOONS (Estados Unidos, 1955)
Michael Jackson and Bubbles, 1988
Porcelana
106.7 x 179.1 x 82.6 cm
Edición de tres y prueba de autor
©Jeff Koons
http://www.jeffkoons.com/site/index.html

REFERENCIAS:
The Broad Art Foundation. Santa Monica / LACMA. Broad Contemporary Art Museum
http://collectionsonline.lacma.org/mwebcgi/mweb.exe?request=record;id=151886;type=101 San Francisco Museum of Modern Art http://www.sfmoma.org/multimedia/interactive_features/74
Video en You Tube http://www.youtube.com/watch?v=1YbE0a-zz8I

4 comentarios:

Martxele dijo...

¿Una porcelana de tamaño natural? ¿Es o parece porcelana?

Adriana Gallegos Carrión dijo...

Hola! ¿cómo estás? Pues sí, todo indica que es porcelana auténtica. Jeff Koons realizó la obra en un taller italiano (desconozco cuál exactamente). Para ver las proporciones con más exactitud te recomiendo el video de YouTube http://www.youtube.com/watch?v=1YbE0a-zz8I donde aparece Koons junto a su obra. Hasta él mismo dice que parecía imposible de hacerla realidad :) Un abrazo, Adriana

Unknown dijo...

sorry, YouTube took me down. But i'm now NICHOPOULOUZO. I'll put the video back up if i remember where i found it.

i followed you on twitter.

thanks for the post.

mauricio

Adriana Gallegos Carrión dijo...

Hi! thanks a lot for following Museo Imaginario. Please let me know where to find this video again on YouTube :)
Regards, Adriana